lunes, 29 de octubre de 2012

Anahí Mallol













Call-girl frente a transmisión Boca-River


Me gusta que me besen
en los labios
que digan que soy linda
deseable a cada rato
y también
que mi conversación
es ingeniosa y devertida.
Será por eso
me digo
que salto
de cama en cama buscando
ese momento exacto
en que los chicos me miran
como si fuera
la octava maravilla.
Los miro mirarme
y trato aunque me cuesta
de capturar esa mirada
que quita
en el espejo
los quilos las arrugas
que destaca
de las tetas los pezones
que apuntan
todavía
hacia arriba
que me estira
hasta el metro ochenta
que me arrubia
y me dice
que algo
entre las piernas
vale la pena.

Acá te tengo papito
bien adentro
te aprieto
quiero que un día
cuando seas viejo
te acuerdes de esta tarde
en un hotel de Caballito
quiero que creas
que soy
en la cama
la mejor.
Pregunto por tus cosas
algo decís algo ocultás
por costumbre o por pudor
y me enseñás
(soy bruta en eso)
la lógica del futbol.
Hoy pasan Boca-River
la tele está encendida
estoy sobre la cama
un miércoles y es tarde
seguro estás mirando
el partido por TV
en transmisión directa,
tu mujer y los chicos
dan vueltas por ahí
(me parece que los veo
se comen todos los chizitos
y ensucian los sillones
con las manos engrasadas).
En la cama te recuerdo
con el envase de Roll-On
y un espejito
ahora hay un gol de River
tu equipo favorito
me hago la paja observo
cómo entra como sale
de mi cuerpo
como vos te mirabas
entrar y salir
entre mis piernas
(soy mujer
lo confieso
tengo un cuerpo
plagado de orificios)
entra y sale
el gol es largo
un grito de alegría
que acorta
el tiempo de la espera
hasta tu próximo
llamado.



Anahí Mallol
De "polaroid" 2001

Nació en La Plata, 1968.
Este libro ha sido seleccionado para el Plan de promoción a la Edición de Literatura Argentina de la Secretaría de Cultura y Medios de Comunicación de la Presidencia de la Nación.


Obra: Amor...¿Pasó la tormenta? - Samuel Pintos

viernes, 26 de octubre de 2012

Frank Báez














Poemo


Con un palito toqué el cuervo
que encontraron los niños
debajo de ese árbol
le decía vuela lejos
vuela a la rama
y el cuervo graznaba
y era enorme
como el del poema de Poe
y lo tocaba con el palito
y le decía vuela lejos vuela de la rama
como alguien que hablara con algo
que no está ahí y lo supiera.






Bajo este mundo


Quise con estos brazos
retener la belleza
como si fuera una mujer.
Con estos dedos
agité los mechones de su pelo
como si fueran monedas
de oro.
La quise desnuda en mis poemas,
oblicua.






Esto es


Quise con estos brazos
retener la belleza
como a una mujer.
Con estos dedos
agité los mechones de su pelo
como si fueran monedas
de oro.
La quise desnuda en mis poemas.
Boca arriba.





Frank Báez
Nació en Santo Domingo en 1978. Poeta y traductor.
Obtuvo el Premio de Cuento Joven René del Risco y Bermúdez de la
Feria Internacional del Libro con su libro Págales tú a los psicoanalistas.
Además es autor de los poemarios Jarrón y otros poemas y Postales.

martes, 23 de octubre de 2012

Silvio Rodríguez Domínguez



Bolero y Habaneras


Tú la perdiste pero aquí se queda.
Al fin y al cabo está con un obrero.
Conozco un caso que me da más pena:
una muchacha de por el cotorro
por una chapa acheta, en febrero,
torció camino y se perdió del Morro.

En todo caso las sabrás presente,
latiendo aún para las nobles cosas
y no partida y con el alma inerte.
Lo que te falta te abandona menos,
sólo mudó de cuidador la rosa,
no se trocó la flor por el dinero.

Quien hace altar de la ganancia, pierde
la condición, la latitud, el puesto,
y pierde amor, pues la codicia muerde
jamás en yo y siempre allá en el resto.

Por otra parte, detener amores
es pretender parar el universo.
Quien lleva amor asume sus dolores
y no lo para el sol ni su reverso.

Tú la perdiste pero aquí se queda.
Al fin y al cabo está con un obrero.
Conozco un caso que me da más pena:
una muchacha de por el cotorro
por una chapa acheta en febrero,
torció camino y se perdió del Morro.

Vaya con suerte quien se cree astuto
porque ha logrado acumular objetos.
Pobre mortal que, desalmado y bruto,
perdió el amor y se perdió el respeto.

Por otra parte detener amores
es pretender parar el universo.
Quien lleva amor asume sus dolores
y no lo para el sol ni su reverso.

En todo caso las sabrás presente,
latiendo aún para las nobles cosas
y no partida y con el alma inerte.
Lo que te falta te abandona menos,
sólo mudó de cuidador la rosa,
no se trocó la flor por el dinero.



Silvio Rodríguez Domínguez
De "Oh melancolía" (1988)
(1946) Nació en San Antonio de los Baños, Cuba. Cantautor, guitarrista y poeta cubano, exponente característico de la música de su país surgida con la Revolución cubana, conocida como la Nueva Trova Cubana.

sábado, 20 de octubre de 2012

José María Pallaoro























Flujos


Velocidad de la muerte,
de tu no-decir.

Nada benigno rodeará el miedo
camuflado con sonrisas de leche y viento.

La escéptica noche
en el flujo de tus ojos ciegos.

Lo tangible, como ausencia abriga
el espesor del frío.


17.05.11



Alimentos


En la noche, vals de sauce y álamos y enamoradas de los muros como ojos de búho o de gato. La máquina con sus destellos hace invisible la cajita vacía de yogurt. “Ando con las lamparitas bajas”. Y no tenía la menor idea. Después, besé la piedra dentro de la canasta con frutas secas y pensé no hay leche en la estufa hogar (la boca quemada se me hizo agua y até un hilo en el dedo para no olvidar otro otoño sin vos).


23.05.11


Sin mí


Acobachado en la trifurca
del no nada esperar
el frío hace hueso
derrama cera
de extintas velas
bebe viento la bicicleta
en el alero
del primer piso
hace mucho hielo
en vasos rotos
para estar fuera
de tu corazón que
no duerme
conmigo.


06.06.11




José María Pallaoro
De "33 papelitos y una mora horizontal" 2012 -  Libros de la talita dorada










Nació en La Plata el 28 de febrero de 1959.
http://aromitorevista.blogspot.com

miércoles, 17 de octubre de 2012

Enrique Santos Discépolo



Yo no lo inventé a Perón ni a Eva Perón


Mordisquito ¿A mí me la vas a contar?


Bueno, mirá, lo digo de una vez. Yo no lo inventé a Perón. Te lo digo de una vez, así termino con esta pulseada de buena voluntad que estoy llevando a cabo en un afán mío de liberarte un poco de tanto macaneo. La verdad: yo no lo inventé a Perón, ni a Eva Perón, la milagrosa. Ellos nacieron como una reacción a los malos gobiernos. Yo no lo inventé a Perón ni a Eva Perón ni a su doctrina. Los trajo, en su defensa, un pueblo a quien vos y los tuyos habían enterrado de un largo camino de miseria....

Nacieron de vos, por vos y para vos. Esa es la verdad. Porque yo no lo inventé a Perón, ni a Eva Perón. Los trajo esta lucha salvaje de gobernar creando miseria, los trajo la ausencia total de leyes sociales que estuvieran en consonancia con la época. Los trajo tu tremendo desprecio por la clases pobres a las que masacraste, desde Santa Cruz hasta lo de Vasena [se refiere a la Patagonia Rebelde y a la Semana Trágica], porque pedía un mínimo respeto a su dignidad de hombres y un salario que los permitiera salvar a los suyos del hambre. Sí, el hambre y de la terrible promiscuidad de sus viviendas en las que tenían que hacinar lo mismo sus ansias que su asco....No. Yo no lo inventé a Perón ni a Eva Perón. ¡Vos los creaste! Con tu intolerancia. Con tu crueldad. Con la misma crueldad aquella del candidato a presidente que mataba peones en su ingenio porque le pisaban un poco fuerte las piedritas del camino a la hora de la siesta [se refiere a Robustiano Patrón Costas, cuya postulación en la fórmula con Ramón Castillo se malogró con el golpe del 4 de junio de 1943]....

Sí, yo sé que te fastidia que te lo recuerde. Es claro, pero vamos a terminarla de una vez. Porque yo no lo inventé a Perón ni a Eva Perón. Los trajo la injusticia que presidía el país. Porque a fuerza de hacer un estilo de tanto desmán, terminó por parecerte correcto lo más infame. Claro, a vos no te alcanzaba esa injusticia. Tendrías, como un señor que yo conocía y que iba todos los meses a cobrarlo, un puesto de ama de cría para cubrir sus gastos, que se lo pagaban oficialmente, y un sueldo para salir con el clan.Yo me acuerdo del clan. Y vos también. Aquella mafia siniestra que salía sólo para aterrorizar gente y mataba una vez a gomazos, otra vez a tiros y a veces con el camión para hacerlo más divertido. No, si la memoria fastidia. Pero yo no lo inventé a Perón ni a Eva Perón. Los trajo la estulticia que manejaba el país. Mirá, si vos hubieras estado en la Semana Trágica como yo y como tantos, en Cochabamba y Barcala, y hubieras visto morir primero a aquellos cinco, luego a cientos, y hubieras visto masacrar judíos por una "gloriosa" institución que nos llenó de vergüenza, no hubieras formado nunca más parte de ese partido que integrás por amor propio y quizá por ignorancia de tantos hechos delictuosos que son los que empezaron a preparar la llegada de Perón y Eva Perón.En un país milagroso de rico, arriba y abajo del suelo, la gente muerta de hambre. Los maestros sirviendo de burla en lugar de hacer llorar porque estaban sin cobrar un año entero. ¡No! ¡Y todo vendido! ¡Y todo entregado! Yo sé que te da rabia que te lo repitan tantas veces, pero es que entristece también pensar que no lo querés oír. El otro día, en un discurso oí que decías refiriéndote a un gobierno de 1918: "Ya por ese entonces los obreros gozaban...".

¿De qué gozaban? ¡Los gozaban!, que no es lo mismo. Y, sí, Mordisquito, ¡los gozaban!La nuestra es una historia de civismo llena de desilusiones. Cualquiera fuese el color político que nos gobernó, siempre la vimos negra. Aspiramos a gozar y al final nos gozaron. ¡Todos! ¡Siempre! Una curiosa adoración, la que vos sentís por los pajarones, hizo que el país retrocediese cien años. Porque vos tenés la mística de los pajarones y practicás su culto como una religión. Cuanto más pajarón él, más torpe y más crédulo vos. Te gusta oír hablar a la gente que no le entendés nada; la que te habla claro te parece vulgar.Yo también entré como vos y, ¿por qué no confesarlo?, me sentía más conmovido frente a un pajarón que frente a un hombre de talento. El pajarón tiene presencia, tiene historia larga, la que casi siempre empieza con un tatarabuelo que era pirata. Yo también me sentía dominado por los pajarones cuando era chico. Ahora, ¡no! Cuando era chico, sí. ¡Pero no ahora, Mordisquito! Salvate de los pajarones. El fracaso -por no decir la infamia- de los pajarones fue lo que trajo como una defensa a Perón y Eva Perón. Pero no fui yo quien los inventó. A Perón lo trajo el fraude, la injusticia y el dolor de un pueblo que se ahogaba de harina blanca y una vez tuvo que inventar un pan radical de harina negra para no morirse de hambre. Tampoco te lo acordabas. ¡Ay, Mordisquito, qué desmemoriado te vuelve el amor propio!

Te dejo. Con tu conciencia. ¡Perón es tuyo! ¡Vos lo trajiste! ¡Y a Eva Perón también! Por tu inconducta. A mí lo único que me resta es agradecerte el bien enorme que sin querer le hiciste al país. Gracias te doy por él y por ella, por la patria que los esperaba para iniciar su verdadera marcha hacia el porvenir que se merece.

¡A mí ya no me la podés contar, Mordisquito!

Hasta otra vez, sí. Hasta otra vez.




Enrique Santos Discépolo
De "Programa radial Mordisquito" decada de 1940/50

Nació en el Barrio porteño de Balvanera el 27 de marzo de 1901 y falleció el 23 de diciembre de 1951. 

Audio extraído: http://www.youtube.com/watch?v=axAv2yXcnHc

sábado, 13 de octubre de 2012

Verónica Pérez Arango















Aviones sobre la siesta del perro


Los ecos de los perros en una quinta a la noche.
El perro ladra y su voz rebota en las otras casas.
Casas.
Casas.
Casas.
Me vuelve tartamudo
el perro caminando bajito y avergonzado de ser
todos los perros del mundo a la vez:
amarillos, rojos y negros flamean en la tierra.
Esa voz familiar como si fuera miles llega
deformada por la lejanía más chiquita y cruel
sin la siesta ni el paseo que le prometieron esta tarde recién ida.
Espero sentada en una silla sin patas, disfrazada de vos,
me hago la que miro pero no no no,
no tengo ojo ni oído ni voz, acá nada más escribo.
Un cielo invadido por aviones
audaz se eleva:
más gente que se va sin saludar,
la tierra de oportunidades del otro lado del océano
ensaya historias de vida que ahorcan el tamaño del paisaje.
Espero sentada en una silla sin patas, disfrazada de vos,
Mientras escucho los murmullos y cuento
las arrugas de mis dedos.




Detalle


Igual que una sonámbula sin pasado ni conciencia
me visto con ropa de calle
y me pinto los labios de risa.
Recorro la zona de ambulancias y cuento
los grillos en la maleza de varias cabezas enfermas
a saltos agigantados
practico la zona muerta,
la mala suerte escondida
o como le llamen en el barrio de insultos,
la musiquita quieta del pasto
la caca o la doble cara de las piedras.

Hay unos pastos
que cortan en la entrada de mi casa.
No quiero entrar.
Nadie puso un cartel de cuidado cerca perro suelto.

A mi regreso
los insectos afiebrados asechan
como en un velorio iluminado.

Al final siempre hay perros, muchos perros.




Verónica Pérez Arango
Nació en Buenos Aires en 1976. Profesora en Letras (UBA).






Obra: Perros jugando a póker - Cassius Marcellus Coolidge

miércoles, 10 de octubre de 2012

Amalia Pérez























DOCE


Las valijas de irse
las arrugas de la ropa
la llave de luz falseada
la indecisión de despedirme de él
- seguro estará trabajando –
el vidrio de la ventana que nunca arreglé
las cicatrices que ya no importan
el botiquín atestado de frasquitos
el jazzero piano que nunca fue beetoven
lo poco a destiempo a rajatabla
los perdigones que no dieron en el blanco
los blancos que equivoqué
los vendavales que murieron como brisas
lo que negué
los sobreentendidos y los malos entendidos

la vida que se escurrió
boletas que no te voy a pasar




TRECE


El placer de temer a la muerte
la riqueza del tiempo acotado
la punzada de la despedida
el precipicio de la muerte ajena
la precipicio de la muerte mía
el azote de la conciencia
la virtud de las máscaras
la oportunidad de la soledad
la protección de la ignorancia
la fortuna de equivocarme
el vértigo de la libertad
la tensión de la distancia
la sabiduría de lo irreparable
la invención de la sonrisa
los cuchillos de la ironía
el drama de la obscenidad
la suprema belleza de la tragedia

¿qué de esto es tuyo?
entiendo
tu batalla por tener algo de mí




Amalia Pérez

De "Sapo que no se traga" (Monólogos) Ediciones El Mono Armado 2011
Argentina, nació en Lomas de Zamora.




domingo, 7 de octubre de 2012

Marcelo Marcolin














Delicias de un sábado olvidado


Sé que aprietan las palabras dispuestas en el pecho
que el beso es un suicida calmo atado a su aventura
y el amanecer delata la silueta del error.

¿Qué amor fugaz abrió las puertas del desvelo?
¿Qué señas hizo la noche para vestirse de rojo?
¿Fue la bondad de un titiritero creyendo en su comedia?

Tal vez sí,
o quizás no podamos luego
luego de creer en nuestras propias bocas inflamadas de deseo
abiertas ante el silencio
el preciso silencio que aburre y ahoga otra caricia
la caricia que ya no llegará.

Intensas imágenes arrastra el alma:
la quietud y la tormenta.
             Nos queda ya nada más
             que un melancólico carrusel
             de copas rotas y miradas vagabundas.

Cuando sepamos que el sueño fue un abrazo
y la piel un misterioso contagio
alguien abrirá la puerta y vendrán otros pasos:
              los del consuelo
pero ninguno de nosotros
              ya estará para eso.



Marcelo Marcolin
De "El viejo automóvil de los sueños" - ED. El ojo de la ballena
Buenos Aires (1957-2011)

jueves, 4 de octubre de 2012

Alex Pausides




















Ceremonias


I


Anoche las ternuras latieron en mi cama
suaves fieras
sábanas de paso.
Y me dejaron
halado el rostro
y en los ojos
dos avecillas frescas.
Me amanecieron
el sentir la piel
humedecidos.
Por eso ando el día
con esta cantaleta
con esta mojazón.
Cuídense.
Acharco.
La magia moja al pasar.


VIII


A veces se me inclina
de tanta primavera el corazón,
del mucho bregar
a todo pétalo.
Y se me cansa
la noche
sobre el hombro.
Y tristo
y me acuesto así
gorrión callado,
tembloso
y sueño contigo
–sólo sueño contigo, amor–
y amanezco
florecido.



Alex Pausides
De "Llaman desde algún sitio feliz"  (1998) - Archione Editorial, S.L. - España


Nació en Manzanillo, Cuba, en 1950. Poeta y editor, Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).



Obra: En el camerino - Juan Guillermo M. de Lara


lunes, 1 de octubre de 2012

Valeria Pariso


















Dicen que
como si todo hubiese terminado,
como si hubiese talado las patas de las camas,
como si hubiese anochecido en la vigilia,
como si el sol me hubiese evaporado,
como si ningún animal tuviese agua,
como si una aguja hubiese infiltrado azafrán en mi sangre,
como si hubiese arrastrado mi cabello por el barrio,
como si el amor me hubiese aniquilado,
como si el stress se hubiese comido mi razón,
yo no recuerdo nada.
Nada más que las caras de mis hijos
y tu nombre.


. . . . . . . . . . . . . . . . .



El desencuentro es negro
-dice Juliana-, es duro, lento,
lo llevamos delante de los ojos,
es un parabrisas con aumento,
unos lentes cuadrados de miope,
donde tratamos de ver
en qué esquina
volveremos a vernos.
El desencuentro, mi amor,
es un escarabajo con alas de vidrio.


Y él la mira ahora y piensa
en un cigarrillo y lo enciende,
piensa en un mimo, estira la mano y Juliana va,
piensa en su desencuentro y le duelen los tajos
que le dejó en el pie uno de esos bichos.



. . . . . . . . . . . . . . . . .



Él sabe desesperarme.
Nadie más.
Él sí
sabe
eso
que hace
eso que no sé
sólo él
sabe
cómo hace
de qué forma
en qué tiempo
empieza
a tirar
o a soltar
no sé
toma
o dá
tampoco sé
suave
o brutal
qué se yo
hace algo
sólo él
conmigo
sólo él
nadie más
nadie más
me pone
así
hiperventilada.




Valeria Pariso
Nació en la Provincia de Buenos Aires en 1970. En 1993 egresa con el título de abogada de la Universidad de Buenos Aires. Publicó antología con varios autores, entre ellos "II Colección de Autores contemporáneos - II Certámen de poesías, cuentos y cartas de amor", "Poesía encontrada" (2007), "Vuelo Íntimo" (2008) y "Lunario" (2008). Sus cuentos y poemas son publicados en numerosas revistas literarias (tanto digitales como en papel) y en diversos blogs. En 2012 publica su libro de poesía "Cero sobre el nivel del mar", Ediciones AqL.

Poesía del Mondongo

A todos, gracias por compartir este espacio

Email: fernando1954@gmail.com