lunes, 28 de abril de 2014

Pedro Guerra



Debajo del puente

                                                                     
debajo del puente en el río
hay un mundo de gente
abajo en el río en el puente

y arriba del puente
las cosas pendientes
la gente que pasa
que mira y no siente
tomates lechugas
y pan del mercado
te quiero te odio
me tienes cansado
y arriba del puente
las cosas de siempre
no quiero mirarte
no quiero quererte
café con azúcar
quiniela y olvido
quien sabe del mundo
debajo del río

arriba del puente
la calle el colegio
los niños los gritos
te vas sin un beso
tu amor y el atasco
me agobia la prisa
los días que pasan
la mierda que pisas
arriba del puente
las ocho con frío
lo tuyo es lo tuyo
lo mío es lo mío
carteles y bolsos
tirones y olvido
cualquiera te vende
un billete hasta el río

arriba del puente
están los de arriba
y están los de abajo
que es menos que arriba
y luego está el puente
que es menos que abajo
yo pienso en mi casa
mi amor mi trabajo



Pedro Guerra
Nació en Tenerife año 1966, es un cantautor español.
Del álbum "Tan Cerca De Mi" (1997)

Interpretación: Pedro Guerra con Andrés Suárez

Fotografía: www.debuenasideas.com.ar

viernes, 25 de abril de 2014

Sergio Manganelli



POEMA 40

Lo más complicado de la muerte
no es morir,
sino acostumbrarnos a que la vida
se las arregle sin nosotros,
que ni siquiera perciba
nuestro sillón vacío,
el polvo en nuestros libros.

Lo triste es añorar,
-debajo de la tierra
o zumbando en el aire-
el beso de los buenos,
la taza de café,
la balada de amor,
o el ardid asesino.

Lo maravilloso es
que entre tanto despojo,
nos abriga el recuerdo
de ausencias que sentimos.

Solo algo consuela:
el corazón del grillo
en la palma de Eos.


(Otoño 2011)




POEMA 41

Yo no digo jamás
lo que usted piensa.

Yo digo pan
y estoy diciendo niño,
usted piensa
en un arma.

Si digo patria
digo casa y potrero,
callecita o escuela,
barrilete de trapos,
compinches de la infancia.

Usted entiende
bronce de a caballo,
fanfarrias y cañones,
arengas de frontera,
memoria ensangrentada.

Cuando susurro dios
-suelo hacerlo en minúsculas-
usted prescribe liturgias y sotanas,
infiernos en latín,
no acariciarse el pito,
yo apenas pretendo decir:
no tengo fuerza.

Digo violencia
frente al plato vacío
y al bebé condenado
en la balanza,
usted tiende a pensar
que sentencio las piedras arrojadas,
o la mirada torva del borracho
o la mano insistente de los desarrapados,
hay un malentendido.

Si digo solo,
usted tan solo piensa
en solamente.

Si digo falta
es porque dije
Benedetti,
Mercedes,
nonna,
mi padre,
el Flaco,
Trejo
y otros tantos.

Usted entiende
tribunal y multa gambeteada.

Cuando digo fuga
hablo de una mesa de café
o de un pibe que sueña
tras las rejas,
usted alerta
mira de reojo los candados.

Si digo discreción
sugiero no apremiar
al otro con vergüenzas,
usted piensa en metralla.

Cuando digo dolor
me refiero a la madre
del pibe baleado en un afano,
usted prepara whisky y aspirinas.

Suelo decir perfume
-de jazmines o fresias-
usted piensa en Chanel.

Si digo mulas
sueño en cruzar Los Andes,
usted en pobres tipos
que acarrean
su podrida ganancia.

Cuando digo valor
no estoy diciendo precio.

Cuando digo mañana
voy diciendo futuro.

Cuando digo justicia
no diría jamás lo que usted piensa.




POEMA 42

Hoy ha caído un hombre.

Desde la cima
de un andamio,
con su overol
de azul descolorido,
la herramienta aún tibia
en el costado
y un casco tan inútil
como el grito.

Un perito sin ley
registra en acta.

El porvenir
tumbado en la vereda,
anticipando el hambre
de sus hijos,
la mirada morbosa
de las fieras
y al capataz
como único testigo.

Allí quedaron
los sueños resignados,
la vida sin color,
la espera sin sentido,
el último jornal
que no pagaron,
los ojos que no ven
mirando al cielo,
su historia
en un legajo del archivo.

Muy pocos notarán
su traspié hacia el silencio
(donde ya no replican los martillos)
la falta de su olor,
la ausencia de sus rastros,
de su queja ancestral
ahogada en grapa
o su risa inusual
blindada en vino.

El hueco en la ronda de barajas.

La pelota que no devuelve al niño.

La silla frente al plato del domingo.

Mientras repintan
el cartel de “hay vacantes”
sobre el portón de chapas
del destino.



Sergio Manganelli
Nació en Haedo, Provincia de Buenos Aires, Argentina,el 28 de febrero de 1967.
Reside actualmente  en San Antonio de Padua, al oeste del conurbano bonaerense. Sus poemas y artículos han sido publicados en una importante cantidad de diarios argentinos, de México y España. Asimismo en revistas culturales y literarias de Argentina, Cuba, Italia, España, México, Estados Unidos, Puerto Rico, Francia, Colombia, Venezuela, Chile, Brasil, Honduras,  etc... Obtuvo entre 1991 y 1999 una treintena de premios y menciones en su país y el extranjero. Se encuentra trabajando en la edición de “Sangre de Toro” -poemas y banderillas-, que se editará inicialmente en Buenos Aires y luego en España.

En 2011 ha ganado el Premio de Poesía de la Universidad de Cali, Colombia y el Premio de Poesía “Leopoldo Marechal”, que otorga el Municipio de Morón, Buenos Aires, Argentina.

Fotografía: http://www.derecho.unlz.edu.ar/ventanas_2011/noticia_2011_32.html

miércoles, 16 de abril de 2014

Joan Manuel Serrat



Palabras de amor


Él me quiso tanto
yo aún sigo enamorada.
Juntos atravesamos
una puerta cerrada.

Él, cómo os diría
era toda mi ocupación,
cuando en la lumbre ardían
sólo palabras de amor

Palabras de amor sencillas y tiernas
que echamos al vuelo por primera vez,
apenas tuvimos tiempo de aprenderlas,
recién despertábamos de la niñez.

Nos bastaban esas tres frases hechas
que entonaba un trasnochado galán,
de historias de amor, sueños de poetas,
a los quince años no se saben más

Ella, dónde andará,
tal vez aún me recuerda.
Un día se marchó
y jamás volví a verla.

Pero, cuando oscurece,
lejos, se escucha una canción,
vieja música que acuna,
viejas palabras de amor



Joan Manuel Serrat
Nació en el año 1943 en Poble Sec (Barcelona) España.
Cantante y poeta de la llamad "Nueva canción catalana"

Intérprete: Amaya Uranga y Joan Manuel Serrat

Obra: Vicente Bonachea

viernes, 11 de abril de 2014

León Felipe




Vencidos


Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,
y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar,
va cargado de amargura,
que allá encontró sepultura
su amoroso batallar.
Va cargado de amargura,
que allá "quedó su ventura"
en la playa de Barcino, frente al mar.
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Va cargado de amargura,
va, vencido, el caballero de retorno a su lugar.
¡Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura,
en horas de desaliento así te miro pasar!
¡Y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura
y llévame a tu lugar;
hazme un sitio en tu montura,
caballero derrotado, hazme un sitio en tu montura
que yo también voy cargado
de amargura
y no puedo batallar!
Ponme a la grupa contigo,
caballero del honor,
ponme a la grupa contigo,
y llévame a ser contigo
pastor.
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...



León Felipe
España (1994 – 1968)

Intérprete: Joan Manuel Serrat (España)

Dibujo realizado por Pablo Picasso.

domingo, 6 de abril de 2014

John Berger




Pañuelo

Por la mañana
doblado con sus flores silvestres
lavado y planchado
apenas ocupa espacio en el cajón.

Ella lo agita en el aire
y se lo ata a la cabeza.

Por la noche se lo quita
y lo deja caer
sin desatar en el suelo.

En un pañuelo de algodón
entre las flores estampadas
un día laborable
ha escrito su sueño.




Páginas

Describo palabra por palabra
tú aceptas cada hecho
y te preguntas
¿qué quiere decir?

Cuartilla tras cuartilla de cielo
cielo salado
cielo de la lágrima plácida
impreso del otro cielo
horadado de estrellas.
Páginas puestas a secar.

Pájaros como letras alzan el vuelo
-Ea, alcemos el vuelo-
se ciernen en círculos y se posan en el agua
junto a la fortaleza de lo ilegible.



John Berger
De "Páginas de la herida"
Nació en Londres en 1926.


Fotografía: http://www.theguardian.com/culture/2011/apr/23/john-berger-life-in-writing
John Berger. Photograph: Ulf Andersen/Getty Images

martes, 1 de abril de 2014

Julio Cortázar



Otros cinco poemas para Cris

1.

Todo lo que precede es como los primeros
   momentos de un
encuentro después de mucho tiempo: sonrisas,
   preguntas,
lentos reajustes. Es raro, me pareces menos
   morena que
antes. ¿Se mejoró por fin tu tía abuela? No, no
   me gusta
la cerveza. Es verdad, me había olvidado.
Y por debajo, montacargas de sombra, asciende
   despacio otro
presente. En tu pelo empiezan a temblar las
   abejas, tu mano
roza la mía y pone en ella un dulce algodón
   de humo. Hueles
de nuevo a sur.


2.

Tienes a ratos
la cara del exilio
ese que busca voz en tus poemas.

Mi exilio es menos duro,
le sobran las defensas,
pero cuando te llevo de la mano
por una callecita de París
quisiera tanto que el paseo se acabara
en una esquina de Motevideo
o en mi calle Corrientes

sin que nadie viniera
a pedir documentos.


3.

A veces creo que podríamos
conciliar los contrarios
hallar la centritud inmóvil de la rueda
salir de lo binario
ser el vertiginoso espejo que concentra
en un vértice último
esta ceremoniosa danza que dedico
a tu presente ausencia.

Recuerdo a Saint-Exupéry: "El amor
no es mirar lo que se ama
sino mirar los dos en una misma dirección".

Pero él no sospechó que tantas veces
los dos mirábamos fascinados a una misma mujer
y que la espléndida, feliz definición
se viene al suelo como un gris pelele.


4.

Creo que no te quiero,
que solamente quiero la imposibilidad
tan obvia de quererte
como la mano izquierda
enamorada de ese guante
que vive en la derecha.


5.

Ratoncito, pelusa, medialuna,
calidoscopio, barco en la botella,
musgo, campana, diáspora,
palingenesia, helecho,

eso y el dulce de zapallo,
el bandoneón de Troilo y dos o tres
zonas de piel en donde
hace nido el alción,

son las palabras que contienen
tu cruel definición inalcanzable,
son las cosas que guardan las sustancias
de que estás hecha para que alguien
beba y posea y arda convencida
de conocerte entera,
de que sólo eres Cris.




Julio Cortázar
(1914-1984)
De "Salvo el crepúsculo" - Alfaguara (2004)


Fotografía: http://blog.fnac.es/experto/el-ano-de-julio-cortazar/

Poesía del Mondongo

A todos, gracias por compartir este espacio

Email: fernando1954@gmail.com