miércoles, 29 de abril de 2015

Horacio Ferrer







Balada para mi muerte


Moriré en Buenos Aires, será de madrugada,
guardaré mansamente las cosas de vivir,
mi pequeña poesía de adioses y de balas,
mi tabaco, mi tango, mi puñado de esplín.

Me pondré por los hombros, de abrigo, toda el alba,
mi penúltimo whisky quedará sin beber,
llegará, tangamente, mi muerte enamorada,
yo estaré muerto, en punto, cuando sean las seis.

Hoy que Dios me deja de soñar,
a mi olvido iré por Santa Fe,
sé que en nuestra esquina vos ya estás
toda de tristeza, hasta los pies.
Abrazame fuerte que por dentro
me oigo muertes, viejas muertes,
agrediendo lo que amé.
Alma mía, vamos yendo,
llega el día, no llorés.

Moriré en Buenos Aires, será de madrugada,
que es la hora en que mueren los que saben morir.
Flotará en mi silencio la mufa perfumada
de aquel verso que nunca yo te supe decir.

Andaré tantas cuadras y allá en la plaza Francia,
como sombras fugadas de un cansado ballet,
repitiendo tu nombre por una calle blanca,
se me irán los recuerdos en puntitas de pie.

Moriré en Buenos Aires, será de madrugada,
guardaré mansamente las cosas de vivir,
mi pequeña poesía de adioses y de balas,
mi tabaco, mi tango, mi puñado de esplín.

Me pondré por los hombros, de abrigo, toda el alba,
mi penúltimo whisky quedará sin beber,
llegará, tangamente, mi muerte enamorada,
yo estaré muerto, en punto, cuando sean las seis,
cuando sean las seis, ¡cuando sean las seis!



Horacio Arturo Ferrer Ezcurra
(Montevideo, 2 de junio de 1933 - Buenos Aires, 21 de diciembre de 2014)
Fué un escritor, poeta e historiador del tango.

Música: Astor Piazzolla
Interpretación: Susana Rinaldi

FESTIVAL ISRAEL 2000. ORQUESTA DE LA RADIO TELEVISION ISRAELI.
Bandoneón solo. Eduardo Abramson. Direccion: Luis Gorelik. Arreglos.: Juan Carlos Cuacci.

Imagen intervenida: poesía del mondongo

domingo, 26 de abril de 2015

Roberto Malatesta



Al borde de la mañana de agua


 Oscila una rama al borde de la mañana de agua,
 oigo el suave rozar de hoja contra aire,
 oigo el verde rozar de hoja contra hoja,
 el lento declinar de la madera bajo la mano del viento,
 flexible pureza chorreante y simple,
 como una rama al borde de la mañana de agua,
 tan sólo como una rama al borde de la mañana de agua.
   
   
 Detrás de ella es otro mundo el que se inicia
 que puede bien no sea del mundo este otro mundo,
 oigo hacia allí los pasos del bebedor de agua de lluvia,
 va y consulta en cada odre sobre algún verde secreto,
 oigo sus pies hundirse por la senda de barro,
 conozco cómo la nube de su frente se irá confundiendo en el cielo,
 se irá deshaciendo junto a la lluvia,
 desaparecerá por el muro de la mañana de agua.
   
   
 Todo lo que he dicho carece de algún gran motivo
 sólido y febril como es de suponerse toda proposición del mundo,
 todo lo que he dicho se apoya en el agua de lluvia
 que una delicada rama sustenta al borde de un abismo.
   
   
 El borde de un abismo es buen lugar para una rama,
 lo es para el agua de lluvia que se apoya en la rama,
 lo es para la empresa de escribir un poema,
 y es así que de todo lo dicho se desprende un último recurso,
 que se apoya sobre lo húmedo, simple y puro,
 que se arroja de todo mundo seguro para elevarse por sobre
                                                                     /un abismo.



Roberto Daniel Malatesta
Nació en Santa Fe, 1961. Publicó entre otros No importa el frío (2004) y Por encima de los techos (2004 -premio José Pedroni de Poesía)



Audio retirado a pedido de la fuente de donde fué extraído: http://www.sonidosderosario.com.ar/
Imagen intervenida: poesía del mondongo

jueves, 23 de abril de 2015

Leticia Hernando




1997

Un corazón ajeno
late en mi.

pintó mis uñas
enroscó de cadenas mis muñecas
cubrió de luto
mis pechos
mis piernas enfundadas de negro ajustado

me regala pequeñas trampitas cronometradas
fugas de fin de semana
caricias nocturnas, vestidas sin eco

Un corazón extraño
el mío
me pega un tiro
y canta bingo.


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1997

Mi memoria entera
estalla
y se desparrama.

Cómo decirte:
juntá los pedazos

yo solo ladro.

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1998

Te negaste a comer
sólo para poder ver el esqueleto
trataste de hundir tus uñas en tus muñecas,
quisiste desollarte
pero la piel se negaba.

Solo quedaron las garras
empecinadas
penetrando irregularidades

y la piel, también
siempre
la piel.

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1998

Ojos desorbitados.

Raíces expuestas.

Tierra reseca.

En el desierto
                  los ojos deslumbrados
                                     en un sol frenético
                                                        desequilibrado.

En el desierto
                  en la pendiente de una duna
                                     un mendigo no duerme
                                                             tiene fiebre.



Leticia Hernando
De "La alegría del desarreglo" (poemas 1993-2001) Ediciones La Guillotina, Buenos Aires (2005).



Nació en Buenos Aires en 1976

Obra: Mark Ryden

domingo, 19 de abril de 2015

Humberto Ak’abal




Sin esperanza


Yo te llamaba con la esperanza
que mi voz pudiera encontrarte…,
y mi voz regresaba sola.

Mi corazón  no podía soportar la idea
de que cuando dijiste adiós,

dijiste adiós.



Maj eyebanik


Katinch’abej ri’, ruk’ jun eyebanik
che ri wene nuraqonchi’aj katuriqo
xane ri nuch’abenik utukel katzalij uloq.

Ri nuk’u’x man kuq’i taj che
are taq xabij ch’abej chik,

Qas xabij ch’abej chik.




Un parásito


Estoy engañándome con estos papeles
para decir que ando ocupado,
una manera de ocultar
que siempre fui un huevón
y que me he esforzado
para llegar a ser esto que ahora soy:
un parásito.

¿Porqué esta necesidad ingrata
de escribir cosas que no sirven sino:
para darme problemas,
para mantenerme nervioso,
para matarme de hambre?


Tzuqum winaq


Xa kintze’j nuwach ruk’ wa wuj wa’
xa che ubixik che tajan kinchakunik,
jun ucholaj che uk’u’ik
che xa insaq’or
che xa kinkoj nuchuq’ab
che uk’utik wa nubantajik:
xa intzuqum winaq.

¿Jas ache kinkoj nuchuq’ab
che utz’ibaxik sataq ri xa
kakiya q’oxoj jolomaj chew,
xa kakiya birbitem,
ri xa kinkikamisaj che wayi’jal?



Humberto Ak’abal
Guatemala – 1952



De: "La palabras crecen"  -  Ed. Maya ‘ Wuj – 2010 , Guatemala


Nació en Momostenango, Guatemala en 1952. Poeta guatemalteco de la etnia Maya K'iche. Piensa y escribe sus poemas en idioma K'iché y se autotraduce al español. En la actualidad es uno de los poetas guatemaltecos más conocidos en Europa y Sudamérica. Sus obras han sido traducidas al francés, inglés, alemán, italiano, portugués, hebreo, árabe, escocés, húngaro y estonio. Sus poemas han sido publicados en periódicos y revistas de Guatemala, Centro América, México, Estados Unidos, Venezuela, Brasil, Colombia, Líbano, Japón, España, Francia, Austria, Suiza, Alemania, Holanda e Italia.
Tiene más de 15 libros de poesía publicados. Recibió premios y distinciones a nivel nacional e internacional


Obra: Antonio Camaró - España

domingo, 12 de abril de 2015

Roberto Juarroz




XIII


Ahora tan sólo,
en este pobre rostro en que te caes,
he visto el rostro de la niña que fuiste
y te he sentido varias veces mi madre.
Me he sentido el hijo de tus juegos,
del mundo que creabas y esperabas
como un tibio regalo de cumpleaños.
Y también de los sueños que nunca confesaste
para que nadie más sufriera por ellos.

Me he sentido el hijo de tus primeros gestos de mujer,
esos que también hubieras querido
ocultar y hasta ocultarte,
para abreviar en el mundo la irrealidad del asombro.

Me he sentido el hijo
de los movimientos que me preparaban
como a un antepasado de la muerte,
dibujo obsesionado
por la inserción de sus escamas.

Y te he sentido luego
la circunferencia de mi trébol pasmado,
el ángulo del compás que se abría,
el mapa de mis fiebres
confundidas con viajes,
la caracola de mis ecos de hombre.

Y te he sentido aún más,
te he sentido llegar a
ser dos veces mi madre
para que yo pudiera dejar de sentirte
y saltar hacia tu dios o hacia mis manos,
que tal vez no sean mías ni de nadie.
Y ahora, al remontar mi salto,
para saltar de nuevo
o quizá para aprender a andarlo paso a paso,
te reencuentro o te encuentro mi madre,
aunque ya lo seas sólo tuya.

He demorado mucho,
he demorado todas las mujeres
y también todos los hombres,
he demorado el tiempo interminablemente largo
de la vida interminablemente breve,
para llegar a ser varias veces tu hijo.


(a mi madre) 


Roberto Juarroz
De "Poesía vertical"  - EMECE Ediciones, 2005

Argentino (1925-1995)


Fotografía extraída: http://loscaprichosradio.com

miércoles, 8 de abril de 2015

Gustavo Caso Rosendi






VIQUI



Hoy ha descubierto la sombra.
Retrocede mirando en el piso su existencia
como si quisiera sacarse el miedo
que le crece de sus piecitos.

Ella mira para que papá la salve
quisiera abrazarla pero su sombra manda
sé que jamás se separarán y por eso no hago nada.

Ahora vuelve a mirar el piso
y avanza, intenta pisarla, espantarla.
Al llegar al rincón la sombra ha crecido.
Ya está iguales en fuerzas,
las dos tímidamente se unen por los dedos índices
y hasta juraría que la sombra de mi hija
tiene el mismo temor que mi hija.
Luego juntan sus cabezas y se quedan ahí,
en el rincón. Gemelas soñando la una con la otra,
siamesas que se pondrán el mismo bonete
alguna tarde de cumpleaños.




Gustavo Caso Rosendi
De "bufón fúnebre"  - Ediciones Último Reino (1995)

Nació en Esquel (Chubut) 1962. Reside en la ciudad de La Plata

En la voz: Gustavo Caso Rosendi

Fotografía: www.traepalomitas.blogspot.com - Imagen intervenida: poesía del mondongo


lunes, 6 de abril de 2015

Claudia Tejeda




Al Flaco Spinetta

que murió sin morir


Hombre repetido en los acordes
fulgor que se da a luz
y sigue naciendo.
No habrá quién recoja
las cenizas
de esos ojos de papel.
Hay tantas venas
que abriste hacia el futuro
dedos confines
que empuñaron la guitarra
como vientre.
Astronauta con los pies en la tierra
te devuelve el sol
las plegarias sin sombra
de los niños dormidos
que hoy te sueñan
para siempre
en tu eternidad de pentagramas
y diamantes



Claudia Tejeda
Argentina – 1969



Poeta que residente en Alta Gracia (pcia. De Córdoba). Editó: "Andamios de Pan" (Colección Glauce). Fue ganadora del Concurso Nacional del Grupo Paco Urondo 2014. Tiene editado Anizacaterías, (libro disponible en formato digital) Almas Nuevas, Córdoba, 2014


Obra: Spinetta-Angel  - Milio

miércoles, 1 de abril de 2015

Alfredo Veiravé




Despedida


Aquí, en este país de hojas
mojadas hacia el Poniente
honramos al sol negro, a las desnudas sombras.

Ellas traían perfumados vestidos para la ceremonia
y anillos de oro. Y los cantores extranjeros
honraban las puertas de los templos y las calles
con sus lenguajes bárbaros. Dulces como el tallo
de las azucenas eran los ojos de las niñas.
Aquí, en este país de sueños
las cortinas ondularon sobre los ancianos
y las medallas brillaron entre los candelabros
de plata. los infantes corrieron. Bellos, sus ojos
negros, sus rizos rubios.

Aquí, en este país, la primavera duraba todo el año.

    (Ahora nos vamos de esta casa.)

(22/1/67)



Alfredo Veiravé
(1928-1991)
De "Antología consultada de la JOVEN POESIA argentina" (1968)
Comapñía General Fabril Editora


Nació en Gualeguay, Entre Ríos.


Obra: Tempo de primavera - Militao Dos Santos

Poesía del Mondongo

A todos, gracias por compartir este espacio

Email: fernando1954@gmail.com