lunes, 30 de noviembre de 2015

Georges Brassens






El Pornógrafo (Le pornographe, 1958)


Cuando niño era yo
Fóbico a las palabro-tas
y si alguna iba a pensar
No se me iba a escapar,
Pe-ro hoy en día que me gano el pan
Como cantor y charlatan
Ni las pienso pero, que va,
Las digo, y ya.

Soy el pornógrafo del fonógrafo
El picarón de la canción

Por divertir a la galería
Escupo muchas ironías
La boca llena de crudezas
Con alguna rudeza,
Pero encontrándome en mi hogar
Mi conciencia me viene a acusar
Diciéndome “conviértete,
hombre incorrecto"

Voy el domingo y me confieso
que con las nalgas me embeleso
Y firme prometo a mi gurú
Hacer de ello un tabú
Pe-ro temiendo que al callar
Me vaya pronto a trastornar
Vuelvo a invocar con nuevos bríos
culos impíos

Mi mujer es, dicho al pasar
De una lujuria natural
Que la lleva a querer dormir
Con cualquiera en venir,
Pe-ro díganme como exponer
mi caso en el café-concert
Sin decir que tiene seguro
Fiebre en el culo

Quizá tendría un pasar mejor
Y me dieran la Cruz de Honor
Si yo cantara con decoro
“Mi amorcito te adoro”
Pero mi angel dijo así:
“Canción de amor te está prohibi-
da, salvo que sea que le cantas
A una atorranta”

Y cuando canto alegremente
A un patrón de cabaret
alguna de mis letanías
Le da melancolía y
Triste me pide “Por favor
Cántale ahora a alguna flor
De esas de la calle Blondel,
Las del burdel"

Cada tarde antes de cenar
A mi balcón voy a asomar-me
Y a la gente contemplo yo
pasando bajo el sol,
Pe-ro no me pidan cantarlo si
No quieren que les diga aquí
Que para mi boludos son
En procesión

Las buenas almas de aquí aba-jo
esperan que en mi hora final
El diablo dejará ensartado
A este maleducado
Pe-ro quizá no crea el Señor
Tan malo lo que he dicho yo
Y me admita en su Jerusalén
A mi también
Le pornographe
Du phonographe
Le polisson
De la chanson



Georges Brassens 
(1921 - 1981) fue un autor y compositor francés

Interpretación: por Horacio Cervan

viernes, 27 de noviembre de 2015

Sonia Scarabelli




Frente a la estatua de don Leandro Alem


¿Te acordás cuando decías
"se rompe pero no se dobla",
cada vez que pasábamos
frente a la estatua de  don Leandro Alem?
Siempre fue tan raro todo en casa,
una mezcla que nadie
me logra explicar.
Y ahora ahí estás,
con todos tus huesos quebraditos
hundidos en la tierra,
tus huesos tapados hasta arriba por la muerte
-que nos tapa a todos-
pero igual sanos
de tan rotos.



El cuento


Cuando te veo convertido en hojita,
en árbol, pájaro,
¿qué me estás contando?
Y si me voy a mirar el río,
¿vas a ser el río?
¿Puede pasar así también?,
¿que te morís para empezar a aparecer
en todas las cosas?
Y cuando mire las estrellas
y la noche y la luna,
¿no estoy más sola,
vos me hacés compañía?



Sonia Scarabelli
De "El arte de silbar"  -  Ediciones BAJOLALUNA  2014

Nació en Rosario en 1968

(Fotografía: Hugo Ferreyra) extraída: http://archivo.lacapital.com.ar

lunes, 23 de noviembre de 2015

Carlos Patiño




LUGARES


El paraíso es un rinconcito del corazón
en donde los vivos

mantenemos felices nuestros muertos.


_______________________________


PAROLE PAROLE PAROLE 


Tu silencio aturde  mis oídos
como un choque de trenes.
Las palabras – nuestras palabras –
que tantas veces sirvieron para reír o
exponer
ahora
ya no vienen ni van.
A las palabras – a veces -  también las carga el diablo.
Y la vida está atenta a estas palabras
como un matón de barrio a su próxima víctima.  


_______________________________


THE END


¿ Y qué te queda después de
atravesar
un manantial en llamas
sino el dolor
la soledad
el alcohol
la locura y
                  la muerte?     



Carlos Patiño
De "Cadera, Lejanías y  Diagonales" (2013)  -  El Monje Editor


Argentino (1934 – 2013). -  Integrante del "Grupo Barrilete"

jueves, 19 de noviembre de 2015

Tabaré Cardozo






El Tiempo Me Enseñó


El tiempo me enseñó que con los años,
se aprende menos de lo que se ignora.
El tiempo, que es un viejo traicionero,
te enseña cuando ya llegó la hora.
El tiempo me enseñó como se pudo
en la universidad arrabalera.
Con la verdad prendida en una esquina,
igual que un farolito en la vereda.


El tiempo me enseñó que los amigos
se cuentan con los dedos de una mano.
Por eso debe ser que no los cuento,
para pensar que tengo mil hermanos.
El tiempo me enseñó que los traidores
se sientan en la mesa a tu costado.
Y el hombre que te da la puñalada,
comparte el pan con esas mismas manos.


Porque no tengo nada que me sobre
por eso es que yo digo que soy rico.
Porque prefiero ser un tipo pobre
a ser alguna vez, un pobre tipo.
El tiempo me enseñó que las banderas,
son palos con jirones que flamean
y el mapa es un papel que se reparten
los reyes mientras los hombres pelean.


El tiempo me enseñó que la miseria
es culpa de los hombres miserables;
que la justicia tarda y nunca llega
pero es la pesadilla del culpable.
El tiempo me enseñó que la memoria
no es menos poderosa que el olvido;
es solo que el poder de la victoria
se encarga de olvidar a los vencidos.


El tiempo me enseñó que los valientes
escribirán la historia con su sangre,
pero la historia escrita de los libros
se escribe con la pluma del cobarde.
El tiempo me enseñó que desconfiara
de lo que el tiempo mismo me ha enseñado.
Por eso a veces tengo la esperanza
que el tiempo pueda estar equivocado.


Flaco, Tabaré, te hablo yo el Canario me queda media hora.
Fijate que tengo unos cuantos ñoquis ya.
Quiero vivir feliz, no ver gente durmiendo en la calle.
Por eso flaco, quiero vivir esta media hora a los rico,
porque yo soy rico, porque los carros de basura me saludan, porque la gente me da la mano.


Tabaré Cardozo
Del álbum 'Pobres Poderosos' - Año 2005

Nació en Montevideo en 1971 es un cantante, compositor y murguista uruguayo

Washington Luna, más conocido como Canario Luna
(Montevideo, 1938-2009), cantor uruguayo de murga




lunes, 16 de noviembre de 2015

Leopoldo Marechal




Palabras al Che


Cuando se haya redimido este ya largo deshonor que gravita sobre Latinoamérica:
Cuando esa gran vergüenza sea lavada con el buen jabón que da la sangre de los héroes;
Cuando la libertad no sea entre nosotros un giro en dólares y una ilusión tramposa;
Entonces, compañeros, se verá cómo un fénix puede resucitar de su acostada ceniza;
Y no importa si el mismo sol alumbra por igual ahora la tumba de un guerrillero recién caído;
Y la espada estéril de los tristísimos generales.
¿De qué te indignas, hombre? ¿Por qué lloras, mujer?
¿No sabías que un héroe debe morir y muere, como llevado por su hermoso viento?
El héroe fue una instancia que no sabía dormir
y un desvelo con la boca llena de clamor.
Un peligro, en suma, y una incomodidad irritante.
Por eso, cuando el héroe sucumbe, los malditos en acto se alegran de frente
Y los benditos cautelosos se duelen de perfil.

¡Oh, Che, no soy yo quien ha de llorar sobre tu carne derrotada!
Porque otra vez contemplo una balanza ya puesta en equilibrio por tu combate último.
Y frente a esa balanza diré a tus enemigos y los nuestros:
"Han hecho ustedes un motor inmóvil de un guerrero movible".
Y ese motor inmóvil que alienta en Santa Cruz
Ya está organizando el ritmo de las futuras batallas.



Leopoldo Marechal
Argentino (1900 – 1970)



De: Largo día de cólera - Antología poética  - Ed. Colihue – 2000

jueves, 5 de noviembre de 2015

Dardo Sebastián Dorronzoro




Yo quiero una máquina


Yo quiero una máquina para cada uno de nosotros.
Una máquina para ti, una máquina para mí.
Una máquina zumbadora y alegre,
grande y dócil como un elefante,
que produzca pan, rosas y olvido,
guardapolvos blancos,
mariposas,
y una dulce lluvia para cuando estemos tristes.

Yo quiero, además, tres palmos de tierra para cada uno de nosotros.
Tres palmos de tierra donde poder sembrar una sola
semilla de trigo,
una sola violeta,
una sola golondrina,
o donde poder enterrar a nuestro perro cuando se muera.

Yo quiero para cada uno de nosotros
un salvoconducto para andar por el mundo,
para andar por la primavera y los melancólicos bodegones,
sin que se nos mire la suela de los zapatos,
el pulgar de la mano derecha,
o el interior de nuestro corazón.

Y yo quiero, especialmente para mí,
un carro con cuatro caballos de viento,
un esqueleto de nubes y rocío,
una muchacha sonriendo - para siempre en el recuerdo -
y una paloma de papel de seda.



Dardo Sebastián Dorronzoro
Argentino (1913 –  Desaparecido en 1976)

De: Cantos de vida, amor y libertad - Madres de Plaza de Mayo
Poemario Nº 3 - Ed La Campana – 1984

Foto extraída de: revistasudestada.com.ar

Poesía del Mondongo

A todos, gracias por compartir este espacio

Email: fernando1954@gmail.com