viernes, 19 de febrero de 2016

Carlos Patiño




Futuros imperfectos


Nosotros/ los poetas/ barremos con nuestras palabras
esforzadas/ limpitas/
las inmundicias que cada día
los dueños del mundo
dejan tiradas por las calles.
Pero no alcanza.
Al día siguiente ellos
producen más y más y así
no hay palabra que pueda.

Tal vez deberíamos librar algún exhorto
en nombre de todos los amantes del mundo
que los obligue
a no ser tan mezquinos
/mire usted, si es un asco/
dejan bancos abiertos como boca de
rinoceronte
prontos a devorar el dinero del prójimo
y después nos eructan en la cara papeles sin valor
que el viento de las calles amontona
con rumbo a los suburbios/ahítos de hambre/
Sin que nadie los barra.

Eso no es educado ni social ni moderno.
Pero ellos también preparan
limpian, bruñen, inventan
máquinas de matar
/a veces son máquinas humanas
azules/amaestradas/
con ojitos inyectados de furia nadie sabe por qué/
/sí sabemos por quién/
que siempre buscan y encuentran en las multitudes
a los jóvenes limpios de corazón y cuerpo
y los sangran de muerte hasta que mueren.
con que placer lo hacen/ con que ceño fruncido/
con que mandato firme.

Y en cualquier rincón del mundo/
de noche y a mansalva/ sin decir agua va/
bombardean casamientos/ cumpleaños de 15/
ritos de primavera
solo porque esa gente
tiene otro color de piel o de esperanza/
no entiende los avances de la tecnología/
y/ bárbaros/ celebran sus costumbres
como si les estuviera permitido.

O ahora, en este momento, mientras Marcela y Juan se besan
o se tocan eléctricos debajo de la mesa
/que para algo sirven los manteles/
los que ordenan el mundo rezan a eso que llaman dios
ese su dios
le piden protección y buenaventuranza
para seguir matando al diferente.
o sea a nosotros.

Y nosotros/ tozudos/ nocturnos/ endiablados/
seguimos inventando palabras para poder barrer con la inmundicia.
Palabras dirás vos, solo palabras;
ellos también lo dicen
y se van a dormir despreocupados porque
a quien le sirve/que podrán con hormigas
dormidas en papeles amarillentos/ casi vírgenes/ huidizos/
muy merecidos anónimos.
Pero ellos
no deben olvidar
-esperemos que ´si, que esto lo olviden-
que en la era de la gran tecnología/
de las naves que surcan los espacios sin tiempo/
de micrófonos que oyen hasta el gemido de Marcela/ que trata de
gemir hacia adentro/ no sea que se den cuenta en la mesa de al
lado/
en que los aviones despegan verticales/
y los satélites espían hasta el caer de un durazno en el jardín del
fondo
de un vecino de Quilmes o Estambul/
las armas más letales fueron
cortaplumas gastados y cacerolas rotas/ entonces/
por qué no la palabra/ esta palabra
esforzada/ limpita
dispuesta a convocar
con toda la potencia de quien ya dijo basta
la primera conjugación en voz pasiva
modo indicativo plural del futuro imperfecto del verbo amar/
aunque la humanidad haya sufrido siempre
la segunda conjugación modo indicativo plural
del futuro imperfecto
del verbo temer.
Palabras enlazadas. Solamente palabras.

Pero
de estas conjugaciones
depende el embarazo de la humanidad/
o sea
quién se la mete hasta la garganta:
si ellos o nosotros.




Carlos Patiño
Argentino (1934 – 2013)



De: Buscados (Pero no hay recompensa) - Ed. El ojo de la ballena – 2005

Obra: futuros imperfectos
Extraída de:  zonanegativa.com

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Poesía del Mondongo

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