martes, 23 de enero de 2018

Nicanor Parra




Manifiesto


Señoras y señores
Ésta es nuestra última palabra.
–Nuestra primera y última palabra–
Los poetas bajaron del Olimpo.

Para nuestros mayores
La poesía fue un objeto de lujo
Pero para nosotros
Es un artículo de primera necesidad:
No podemos vivir sin poesía.

A diferencia de nuestros mayores
–Y esto lo digo con todo respeto–
Nosotros sostenemos
Que el poeta no es un alquimista
El poeta es un hombre como todos
Un albañil que construye su muro:
Un constructor de puertas y ventanas.

Nosotros conversamos
En el lenguaje de todos los días
No creemos en signos cabalísticos.

Además una cosa:
El poeta está ahí
Para que el árbol no crezca torcido.

Este es nuestro mensaje.
Nosotros denunciamos al poeta demiurgo
Al poeta Barata
Al poeta Ratón de Biblioteca.
Todos estos señores
–Y esto lo digo con mucho respeto–
Deben ser procesados y juzgados
Por construir castillos en el aire
Por malgastar el espacio y el tiempo
Redactando sonetos a la luna
Por agrupar palabras al azar
A la última moda de París.
Para nosotros no:
El pensamiento no nace en la boca
Nace en el corazón del corazón.

Nosotros repudiamos
La poesía de gafas obscuras
La poesía de capa y espada
La poesía de sombrero alón.
Propiciamos en cambio
La poesía a ojo desnudo
La poesía a pecho descubierto
La poesía a cabeza desnuda.

No creemos en ninfas ni tritones.
La poesía tiene que ser esto:
Una muchacha rodeada de espigas
O no ser absolutamente nada.

Ahora bien, en el plano político
Ellos, nuestros abuelos inmediatos,
¡Nuestros buenos abuelos inmediatos!
Se retractaron y se dispersaron
Al pasar por el prisma de cristal.
Unos pocos se hicieron comunistas.
Yo no sé si lo fueron realmente.
Supongamos que fueron comunistas,
Lo que sé es una cosa:
Que no fueron poetas populares,
Fueron unos reverendos poetas burgueses.

Hay que decir las cosas como son:
Sólo uno que otro
Supo llegar al corazón del pueblo.
Cada vez que pudieron
Se declararon de palabra y de hecho
Contra la poesía dirigida
Contra la poesía del presente
Contra la poesía proletaria.

Aceptemos que fueron comunistas
Pero la poesía fue un desastre
Surrealismo de segunda mano
Decadentismo de tercera mano,
Tablas viejas devueltas por el mar.
Poesía adjetiva
Poesía nasal y gutural
Poesía arbitraria
Poesía copiada de los libros
Poesía basada
En la revolución de la palabra
En circunstancias de que debe fundarse
En la revolución de las ideas.
Poesía de círculo vicioso
Para media docena de elegidos:
“Libertad absoluta de expresión”.
Hoy nos hacemos cruces preguntando
Para qué escribirían esas cosas
¿Para asustar al pequeño burgués?
¡Tiempo perdido miserablemente!
El pequeño burgués no reacciona
Sino cuando se trata del estómago.

¡Qué lo van a asustar con poesías!

La situación es ésta:
Mientras ellos estaban
Por una poesía del crepúsculo
Por una poesía de la noche
Nosotros propugnamos
La poesía del amanecer.
Este es nuestro mensaje,
Los resplandores de la poesía
Deben llegar a todos por igual
La poesía alcanza para todos.

Nada más, compañeros
Nosotros condenamos
–Y esto sí que lo digo con respeto–
La poesía de pequeño dios
La poesía de vaca sagrada
La poesía de toro furioso.

Contra la poesía de las nubes
Nosotros oponemos
La poesía de la tierra firme
–Cabeza fría, corazón caliente
Somos tierrafirmistas decididos–
Contra la poesía de café
La poesía de la naturaleza
Contra la poesía de salón
La poesía de la plaza pública
La poesía de protesta social.

Los poetas bajaron del Olimpo.



Nicanor Parra
Poeta Chileno (1914-2018)

martes, 16 de enero de 2018

Fernando Cabrera




La casa de al lado


No hay tiempo, no hay hora, no hay reloj
No hay antes ni luego ni tal vez
No hay lejos, ni viejos, ni jamás
En esa olvidada invalidez

Si todos se ponen a pensar
La vida es mas larga cada vez
Te apuesto mi vida una vez mas
Aquí no hay durante ni después

Deja no me lo repitas mas
Nosotros y ellos vos y yo
Que nadie se ponga en mi lugar
Que nadie me mida el corazón

La calle se empieza a incomodar
El baile del año terminó
Los carros se encargan de cargar
los restos del roto corazón

Acá en esta cuadra viven mil
Clavamos el tiempo en un cartel
Somos como brujos del reloj
Ninguno parece envejecer

Mi abuelo me dijo la otra vez
Me dijo mi abuelo que tal vez
Su abuelo le sepa responder
si el tempo es mas largo cada vez

Discrepo con aquellos que creen
que hay una sola eternidad
Descrean de toda soledad
Se engaña quien cree la verdad

Acá no hay tango
no hay tongo ni engaño
Aquí no hay daño
que dure cien años
Por fin buen tiempo
Aunque no hay un mango
Estoy llorando
me estoy acostumbrando

Se pasa el año se pasa volando
Ya no hay mas nadie que pueda alcanzarnos
Y yo mirando sentado en el campo
Como se pasa el año volando

No pasa el tiempo no pasan los años
Inventa cosas con cosas de antaño
A nadie espera la casa de al lado
Se va acordando, se acuerda soñando
Se va acordando

Por eso te pido una vez mas
tómatelo con tranquilidad
Puede ser ayer, nunca o después
Pero tu amor dame alguna vez.



Fernando Cabrera
Nació en Montevideo en 1956, es poeta, músico y compositor





Intérprete: Pablo Estramín (músico y cantautor, uruguayo 1959-2007)

Poesía del Mondongo

A todos, gracias por compartir este espacio

Email: fernando1954@gmail.com